Lugar de residencia de reyes españoles, conserva el esplendor y elegancia de los palacios del siglo XVIII.Para aquellas personas que aún no han visitado La Granja, os proponemos que os acerquéis a pasar el día a este pueblo segoviano, situado a escasos 20 o 25 minutos de la capital. Al llegar al pueblo no será difícil encontrar el popular Palacio de la Granja, ya que numerosas indicaciones nos dirán dónde se encuentra.
La Granja de San Ildefonso es uno de los palacios más destacados de la provincia de Segovia. Este edificio, que fue residencia de grandes reyes, es un claro ejemplo de la expansión del arte francés del s. XVIII
Origen del lugarEl origen del lugar se inicia con
Enrique IV, que fundó una ermita dedicada a San Ildefonso en el lugar donde hoy está la Granja. Años más tarde, Los
Reyes Católicos cedieron esta ermita y los terrenos de alrededor a los Monjes Jerónimos. El nombre de esta edificación proviene de una antigua granja que estos monjes del monasterio segoviano de El Parral construyeron en este lugar en el siglo XVII.
El esplendor de este edificio llegó con
Felipe V quien, a principios del siglo XVIII, mandó construir un palacio que llegó a ser durante siglos residencia veraniega de la Corte.
Felipe V quería retirarse a este lugar en 1724, tras abdicar en su hijo Luis I, pero la muerte de éste le hizo volver al trono. Durante los veinte años siguientes engrandeció los jardines y el palacio, que fue usado como residencia de verano por todos sus sucesores hasta Alfonso XIII.
Dentro de palacioAl llegar al lugar, podemos elegir ente visitar sus jardines, que es uno de los mayores reclamos, o entrar en el interior del palacio.
Por los jardines podremos pasear libremente, mientras que para acceder al palacio tendremos que pagar unos pocos euros. Ya que estamos allí os recomendamos que veáis las dos partes porque merecen la pena, y, además, el precio para ver el interior es bastante económico.
Pagando un poco más en la entrada, podemos disponer de una visita guiada que nos relatará de forma más completa todos los detalles del palacio. Pero, si preferimos ir por nuestra cuenta, no pasará nada, ya que en todas las salas del palacio hay paneles explicativos que nos informan sobre la decoración.
El interior de la Granja destaca por los espectaculares frescos que se encuentran en las bóvedas de sus salas. Si alzamos la vista hacia arriba, podemos ver numerosas escenas reflejadas en sus techos. Son pocas las salas que no disponen de estas pinturas; esto es debido a un incendio que destruyó una parte del palacio.
Otros elementos que acentúan el interés del lugar son sus cuadros, tapices y estatuas. Muchas de las pinturas del lugar son obra de
Panini – pintor neoclásico italiano del siglo XVIII- y de artistas flamencos del siglo XVII. Cuando visitemos la Granja no esperéis ver un palacio decorado exactamente como era en el siglo XVIII, porque no será así. Los muebles que se conservan en este lugar son más bien escasos. Aunque en su favor diremos que los que hay son auténticas joyas de los siglos XVIII y XIX.
Los espectaculares jardines son una de las partes más bonitas de este palacio. Obra del arquitecto francés René Carlier, están formados por bosques, jardines y espectaculares fuentes que le otorgan una elegancia propia de otra época. Pasear por ellos será como retroceder varios siglos. Lo ideal es que visitemos los jardines los días del año que conectan las fuentes, pero, si no coincide, podremos admirar de igual forma el entorno. Un consejo que os damos es que antes de adentraros en este lugar os informéis un poco sobre las fuentes que vais a ver, ya que si no pasearéis por ellas sin saber muy bien que representan. Destacan las fuentes de Neptuno, Apolo y Andrómeda en las Carreras de Caballos; la Cascada de Anfítride, ante el Palacio; y las de las Ocho Calles, el Canastillo, los Baños de Diana y la Fama.
Si aún no conocemos este lugar, merece una visita. Además si tenéis tiempo podréis aprovechar para dar una vuelta por este pueblo y visitar otros edificios destacados como la Casa Consistorial o el Museo del Vidrio.
Vanessa Álvarez y Almudena Sanjuán